Neil Tennant y Chris Lowe, miembros de Pet Shop Boys. Foto: Alasdair McLellan

Neil Tennant y Chris Lowe, miembros de Pet Shop Boys. Foto: Alasdair McLellan

Música Discos

Pet Shop Boys, de la tienda de mascotas al teatro de ópera con 'Nonetheless'

El veterano dúo británico de 'synthpop' publica su nuevo disco, que presentará en la Royal Opera House y en varios festivales españoles.

26 abril, 2024 02:04

Para un artista pop británico, actuar en la Royal Opera House es la confirmación de que se ha alcanzado el estatus de emblema cultural, por encima de géneros y distinciones elitistas. Es el caso de Pet Shop Boys, que actuaron allí en 2016 y 2018 y regresarán del 23 al 27 de julio –cinco noches seguidas con las entradas agotadas– para presentar en directo su nuevo disco, Nonetheless, que ve la luz este viernes.

Es el sitio idóneo para llevar al escenario un álbum como este. El dúo formado por Neil Tennant y Chris Lowe, grandes exponentes del synthpop desde hace cuatro décadas y con más de 50 millones de discos vendidos, han rebajado su carga sintética y han apostado por lo orgánico con unos arreglos orquestales que sin duda brillarán en la ópera londinense, algo que deben a James Ford –productor de Depeche Mode, Blur, Gorillaz o Arctic Monkeys–, con quien han trabajado por primera vez.

La moral impuesta, el sentimiento de culpa, la discriminación y la autoafirmación son algunos de los temas recurrentes en las canciones de Pet Shop Boys. El mejor ejemplo de ello es su gran éxito It’s a Sin, himno de la emancipación queer.

En este álbum abordan también estos temas, pero predomina su lado más alegre y hedonista, tanto en las letras como en las melodías. “Si no puedo bailar, no quiero ser parte de tu revolución”, reza la máxima atribuida a la pionera del feminismo Emma Goldman, pero los Pet Shop Boys siempre han ido más allá: no es que la revolución se pueda bailar; es que se hace bailando.

El primer corte del álbum, y también el primer sencillo adelantado antes de su lanzamiento, constituye una declaración de intenciones. Aunque Loneliness habla de combatir la soledad, este pildorazo disco está hecho para dejarse llevar en la pista bajo una gran bola de espejos. Para bailar están pensadas también Feel, Why Am I Dancing? y Bullet for Narcissus.

Dancing Star es un homenaje a un icono de rebeldía política y moral: el famoso bailarín Rudolf Nuréyev. La canción recrea cómo desertó de la URSS aprovechando una gira en Francia y cómo acabó instalándose en una pequeña isla frente a la Costa Amalfitana.

El lado más pausado y melancólico del disco lo integran Now London Boy, donde recuerdan encrucijadas existenciales juveniles; A New Bohemia, que habla de una figura crepuscular venida a menos “como una estrella del cine mudo en el Hollywood de los 60”; The Schlager Hit Parade, un tributo ¿irónico? al schlager, término alemán que designa a las baladas facilonas que tanto gustan en Eurovisión; y la sofisticada The Secret of Happiness. El último corte del disco, Love is the Law, es también el más dramático, una balada a ritmo de hip hop y solemnes arreglos de piano y cuerdas.

“Queríamos que este álbum fuera una celebración de las emociones únicas y diversas que nos hacen humanos”, explican Pet Shop Boys. “Desde los temas más orientados al baile, hasta la cruda intensidad de las baladas introspectivas, con sus hermosos arreglos de cuerdas, cada tema cuenta una historia y contribuye a la narrativa general del álbum”.