La pintora Carlota Pérez de Castro en su estudio en el barrio de Prosperidad en Madrid.

La pintora Carlota Pérez de Castro en su estudio en el barrio de Prosperidad en Madrid. David Morales

Protagonistas

En el estudio original y 'secreto' de la pintora Carlota Pérez de Castro: “Las normas están ahí para saltárselas”

La pintora, hija de artistas, lleva el gen de la creatividad en el ADN y conduce a Magas por su espacio de trabajo mostrando sus obras y su técnica.

26 abril, 2024 01:55

Entrar en el estudio de Carlota Pérez de Castro es como perderse dentro de una paleta de pintura. Suelo, paredes y techo, todo repleto de colores. La joven artista multidisciplinar comparte espacio con su pareja, Borja Colom, en el barrio de la Prosperidad en Madrid.

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Parece que reina el caos, pero todo está perfectamente ordenado. Cada uno tiene su lugar. Lienzos, carritos de pintura, máscaras y esculturas rellenan los 70 metros cuadrados en dos alturas. En tiempo récord encontraron el local y se mudaron. ¿Lo más impactante? Su entrada secreta.

"Lo más llamativo es la entrada, como secreta, para después abrir la puerta y entrar en un espacio luminoso y amplio. También es importante el silencio del que disfrutamos porque estamos entre cuatro edificios, en el interior. Estamos en Madrid, pero en un oasis increíble", asegura Carlota Pérez de Castro.

Carlota eligiendo los colores para su nueva obra.

Carlota eligiendo los colores para su nueva obra. David Morales

¿Cómo encontraste este estudio?

Siempre he trabajado en el taller de mi familia, ya que todos son artistas, diseñadores, escultores... pero llegó un momento en que mi obra era demasiado grande. Entonces hablé con mi pareja, miramos opciones y cuatro días después de llamar a un local, ya estábamos dentro. Fue muy rápido.

Perteneciente a una saga de emprendedores y artistas, es hija de Diego Pérez de Castro, director de la escuela de diseño IADE y de la pintora Teresa Calderón, la joven artista sigue una disciplina muy marcada para afrontar cada día de trabajo.

"Soy bastante disciplinada. Vengo con horario de oficina. Hay días que estoy maravillosa, inspirada y pintando como una loca y otros días, que me quedo enfrente de un cuadro pensando que es horrible. Que la inspiración te pille trabajando", asegura.

Carlota en la segunda planta del estudio en un momento de la entrevista.

Carlota en la segunda planta del estudio en un momento de la entrevista. David Morales

¿Le hiciste alguna reforma al estudio cuando entraste?

Solo cogimos pintura blanca y le dimos un lavado de cara, ya que no le hacía falta nada más.

¿En cuánto al mobiliario?

Somos de coleccionar, restaurar y diseñar. Muchas de las piezas son restauradas de segunda mano, otras surgen de objetos cotidianos y las convertimos en mobiliario. Recogimos todo tipo de objetos, luego Borja los reforma. Desde una mesa hasta un mueble de vinilos pasando por lámparas, ceniceros, etc.

Una lámpara realizada con cartones de huevos.

Una lámpara realizada con cartones de huevos. David Morales

¿Cómo es tu rutina para empezar a trabajar cada día?

Cada día y con los ojos aún medio cerrados, me pongo mi ropa de pintar, y me subo a la moto para llegar al estudio. Aquí enciendo un incienso, pongo música y me dispongo a escribir de manera automática. Esto me ordena, y me ayuda a entender porque pinto lo que pinto, de dónde viene y a dónde va.

Detalle de los diferentes pinceles que utiliza la artista.

Detalle de los diferentes pinceles que utiliza la artista.

¿Quiénes vienen a tu estudio?

Tenemos un tránsito increíble. Aquí vienen amigos. Por supuesto vienen coleccionistas y gente que le gusta el arte, artistas de todo tipo, clientes y los que más me gustan son mis performers. Estos sueles ser bailarines, modelos o personas que por alguna razón particular me inspiran.

La pintora delante de algunas de sus obras.

La pintora delante de algunas de sus obras. David Morales

Eres la mujer más joven que has expuesto en el Palacio de Cibeles, ¿qué edad tenías y qué se expuso allí?

Tenía 20 años, o sea, hace cinco, y expuse una colección llamada 'Human diversity' donde presenté una serie de retratos.

Carlota realizando escritura automática antes de comenzar el proceso de pintura.

Carlota realizando escritura automática antes de comenzar el proceso de pintura. David Morales

¿Aparcaste los estudios?

Nunca, siempre he buscado la manera de combinar ambas. Estudié bachillerato artístico, luego estudié interiores, diseño de moda y más tarde, un máster de arte contemporáneo.

¿Quién te dio el mejor consejo para la vida?

Mi madre desde pequeña nos recitaba una y otra vez, algo que es como un cántico. Nos gritaba: '¿Para qué están las normas?' Y las tres hermanas respondíamos al mismo tiempo: '¡Para saltárselas!' Esto me ha enseñado a cuestionar cada norma que se ha intentado imponer sobre mi.

La artista Pérez de Castro delante de sus grandes formatos.

La artista Pérez de Castro delante de sus grandes formatos. David Morales

¿Qué técnicas utilizas?

Hablaríamos de técnica mixta, utilizó acrílico, tintas, ceras, lápices, oleo… las piezas tienen mucho color, fluidez y armonía; contrastado con una tensión generada por rayas que atraviesan la obra generando la silueta de un cuerpo.

¿Qué te pasó en Australia?

Tras la exposición de Cibeles, que fue una maravilla, y pude ganar un poco de dinero con 20 años, decidí ponerme a prueba, e irme sola al lugar más lejos del mundo para ver si era capaz de ser artista.

Entonces tenía este síndrome del impostor de pensar que todas mis amigas son artistas y tengo 20 años, he hecho una exposición, pero el arte es muchísimo más grande que esto. No sé si esto me sale a mí o lo hago porque mi familia me ha enseñado.

Tenía muchas preguntas y me fui a Australia a responderlas. Una vez allí, en las antípodas, y después de muchísimos 'nos', conseguí finalmente poner en marcha una exposición de 12 músicos, en un pueblecito llamado Byron Bay y la vendí entera.

Fue maravilloso, estaba muy orgullosa de mí. Así que me dije: Esto es tuyo, esto te pertenece, y este es tu camino, así que adelante. Me dio muchísima confianza a mí misma.

Pintura, performance, moda... ¿Se te escapa algo que aún no hayas explorado?

Sí que tengo muchísimos proyectos y ambiciones que todavía no han llegado y quiero pintarlo todo en esta vida. Quiero pintar tablas de surf, quiero pintar una casa, quiero pintar un coche, quiero pintar una moto, quiero pintar una tarta, quiero pintarlo todo. Me queda muchísimo por explorar...

¿Qué te conmueve o te mueve para iniciar una nueva obra?

La parte más humana e intuitiva de las personas. Retratar lo más sincero de los humanos, fuera de etiquetas tales como color, altura, posición social, género…

Compartes el estudio con tu pareja pero ambos tenéis una forma de pintar totalmente diferente.

Somos muy opuestos, Borja que es arquitecto tiene una pintura pausada y medida. Yo por lo contrario, pinto de una manera más intuitiva, concentrándome en lo gestual e incluso jugando con el azar de las manchas. Vernos trabajar en el estudio es un contraste muy curioso.

¿Cuál sería tu sueño?

Ahora, por ejemplo, estoy cumpliendo un sueño. Nos vamos Borja y yo a Nueva York a una residencia de arte.

Y pensando en mi máximo sueño, ya de mayor,  me encantaría crear una fundación en San José, Almería, donde poder exponer mi trayectoria de vida junto con mi colección personal y poder hacer residencias de arte para otros artistas emergentes.